Recientemente Cuba anunció que comenzará a administrar una dosis de refuerzo a inmunizados con sus vacunas para la COVID-19 hace 6 meses.
Según el doctor Eduardo Martínez Díaz, presidente del Grupo Empresarial BioCubaFarma, esta dosis de refuerzo comenzará a administrarse desde noviembre.
El objetivo es lograr que el mayor por ciento de la población cubana mantenga los niveles de anticuerpos requeridos para la protección frente al SARS-COV-2.
El directivo explicó que, según estudios realizados en personas inmunizadas hace 6 meses por las vacunas cubanas, los individuos mantienen altos niveles de anticuerpos específicos contra el virus.
No obstante, la cuarta dosis de refuerzo llegará sobre todo a determinados grupos de población vulnerables que no logran una alta respuesta. Estos son los que podrían desarrollar formas graves de la enfermedad.
Para realizar este proceso, se utilizarán las vacunas de producción nacional: Soberana Plus, Soberana 01, Abdala y Mambisa.
La estrategia está dada, sobre todo, por el aumento de la circulación de nuevas variantes como la Delta en el país. Estas pueden disminuir los niveles de capacidad de neutralización de los anticuerpos.
Asimismo, en un tuit del Instituto Finlay de Vacunas conocimos que esta dosis de refuerzo de las vacunas cubanas también se administrará a aquellas personas que arriben al país y que tienen incorporado en su sistema otros inmunólogos.
Cuba no es el único país del mundo que aplicará dosis de refuerzo a su población. Tras el aumento de casos provocado por la variante Delta, Israel ya lo hace en mayores de 60 años, vacunados 6 meses atrás.
Estados Unidos, Reino Unido y Australia, por su parte, emitieron recomendaciones variadas sobre la aplicación de la dosis de refuerzo. En ellas hay un elemento común: el hecho de que sea tras 6 meses de completado el esquema original, y en grupos poblacionales específicos.
