Este miércoles se anunció la eliminación de las medidas restrictivas impuestas en La Habana desde el pasado 1ero de septiembre. Tal y como se había anunciado hace dos semanas, el estatus de la capital cambió para adaptarse a la nueva situación.
Aunque se mantiene el riesgo epidemiológico en toda la provincia, muchas de las realidades fueron modificadas para retomar buena parte de la normalidad. Otras de las restricciones se mantienen, como es el caso de la prohibición de entrar y salir del territorio.
Buena parte de la población ha reaccionado con sorpresa ante la casi eliminación de las medidas restrictivas. Por ejemplo, en el caso del transporte público entre los municipios habaneros, este se retomará desde el próximo sábado.
Y no será con la regulación del 50 por ciento de sus pasajeros de pie, sino con el 80 por ciento, una cantidad mucho mayor que la establecida para la primera fase en la capital.
Impresionó también la decisión de abrir playas y piscinas, estas últimas al 30 por ciento de su capacidad. Los restaurantes y establecimientos de actividades comerciales tienen permitida su apertura, aunque solo pueden tener a la mitad de su capacidad.
Esta medida tiene una excepción para el caso de los bares, discotecas y cualquier tipo de fiesta pública.
Por otra parte, las tiendas y entidades de venta retomarán sus horarios habituales. También pueden comenzar a vender el resto de los productos, y no solo el aseo y los alimentos.
La eliminación de las medidas restrictivas en La Habana incluye también la finalización del toque de queda desde las 7 de la noche hasta las cinco de la mañana. Por supuesto que también podrán moverse las personas entre los municipios.
Las autoridades explicaron que los riesgos se mantienen, pero que el cuidado debe ser más personal e institucional.
