Ya sabíamos que a Cuba siempre le gusta ir contra la corriente. Pero ahora se reafirma ante los ofrecimientos de hacer más negocios con Huawei en medio de la crisis de la empresa china con Estados Unidos.
Así lo ofreció el canciller cubano en reciente visita al país asiático. El diplomático aseguró que Cuba brindará oportunidades adicionales para hacer negocios con Huawei y con cualquier otra compañía china.
Ejemplificó también con el fabricante de equipos de telecomunicaciones ZTE Corp. A ambas empresas les declaró que las puertas de la economía cubana están abiertas para posibilidades económicas adicionales.
Cuba tiene plena confianza en la tecnología china y especialmente en la marca de teléfonos, aseguró el canciller, y enfatizó en que la Isla continuará manteniendo con normalidad sus negocios con Huawei.
En otra declaración que denota la infinita pleitesía que Cuba debe rendir a China, se apuntó que las políticas de esa nación de cara al mundo sur resultan “altamente apreciadas”. Y no es para menos si consideramos que se trata del principal socio comercial de la Isla.
¿Y cómo quedan los cubanos?
¿Cómo quedan los cubanos con este ofrecimiento de hacer más negocios con Huawei? Lo primero es recordar que se trata de la marca que recomienda Etecsa para el servicio de datos móviles en la nación caribeña, y de la que comercializa siete modelos de teléfonos.
Además, la tecnología china es la que dota de conexión a los parques wifis y todos los centros públicos que cuentan con este servicio.
Así, mientras Cuba apuesta por mantener e incrementar sus negocios con Huawei, será imposible para los cubanos que posean esta marca actualizar sus sistemas operativos a través de Google.
Igual de complicado resultará obtener las nuevas versiones de aplicaciones de Play Store, o adquirir otros componentes del hardware como micro SD, wifi, pantalla o procesadores, también vetados por empresas estadounidenses.
Para los Huawei que ahora circulan en Cuba, no habrá tantos problemas. Pero, en unos años, cuando las sanciones se hagan efectivas, habrá que ver qué opciones tendrán los cubanos si el país sigue apostando por tecnología “prohibida”.
