Es tan misterioso como los supuestos ataques sónicos. Al mismo tiempo que Canadá suspende la mayoría de sus servicios consulares en La Habana, los negocios de sus empresarios continúan avanzando.
Precisamente ayer, el departamento de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá anunció la disminución de sus programas y servicios en Cuba. Explicaron que a partir de ese momento no ofrecerían el servicio de trámite de visa para visitas temporales ni para permisos de estudio o de trabajo. Además, anularon todas las entrevistas de residencia permanente.
Luego de esa “sorpresa”, los cubanos amanecieron hoy con la noticia de que la cadena canadiense Blue Diamond firmó contratos para la administración de otros dos hoteles en Cuba. Con esos, serían 19 los alojamientos que Blue Diamond gestiona en la mayor de las Antillas.
Entonces, ¿de qué va el asunto?
La extraña línea de acciones por parte de Canadá hacia Cuba se veía venir desde inicios de año. En enero afirmaron que tenían una relación positiva y constructiva con la Isla. Y un mes después, diplomáticos canadienses demandaban a su gobierno por misteriosas “lesiones” recibidas a causa de ataques sónicos. Recordemos: los mismos ataques sónicos que alegaron los funcionarios de la embajada de los Estados Unidos en La Habana para retirar su personal y, con ello, cerrar sus servicios.
En resumen, Norteamérica queda prácticamente vetada para los cubanos.
En la página oficial de viajes del gobierno canadiense puede leerse que si está aplicando a una visa para visita temporal, permiso de estudio o de trabajo, puede hacerlo a través de una cuenta online. Sin embargo, para presentar sus biométricos (huellas dactilares, foto, etc.), deberá hacerlo en un centro de aplicación de visa fuera de Cuba.
Esta historia le suena, ¿verdad?
