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París, una Sede Olímpica Para Deportes Exóticos. Globos Aerostáticos y un Gran Héroe.

23 abril, 2024

La realización, por tercera ocasión, de los Juegos Olímpicos en París, traerá nuevamente varias novedades en los deportes olímpicos ha disputarse.

En esta ocasión entre las modalidades olímpicas que debutarán está el Breakdance, una danza social ligada a la cultura del Hip-Hop.

Sin embargo, la Ciudad Luz, tuvo la cita más exótica en 1900, en la que se participó en una gran cantidad de modalidades que ni siquiera se consideraron olímpicas.

Hay que recordar que estos Juegos de 1900, se realizaron durante más de 5 meses, dentro de la Exposición Mundial.

Una modalidad que pocos conocen que estuvo en esa primera versión del siglo XX, fue la de Globos Aerostáticos, que contó, incluyendo tomas de fotografías, con 26 pruebas, ninguna reconocidas por el COI, en esos segundos Juegos de la Era Moderna.

En Francia, los paseos en Globo eran muy populares desde finales del siglo XVIII, por lo que dentro el marco de la Feria y en el programa de los Juegos, se decidió la disputa de 26 pruebas entre del 17 de junio al 12 de octubre de 1900.

El participante más prolífico fue el francés Henri Castillon de Saint-Victor, que intervino en 18 de las 26 disciplinas disputadas.

Por cierto en esos Juegos, concretamente el día 10 de octubre y junto a su amigo Henry de La Vaulx, batieron el récord mundial de distancia recorrida, al partir de París y aterrizar en Korostychev, cerca de Kiev, Ucrania, tras recorrer 1.925 kilómetros, en poco más de 35 horas de travesía.

Castillon de Saint-Victor,nacido el 17 de septiembre de 1870, fue secretario general de la Federación Aeronáutica Internacional de 1909 a 1912, además desarrolló una carrera política y fue uno de los más fervientes opositores a los Camelots del Rey, cuya violencia desaprobaba.

Sin embargo en diciembre de 1913, se retiró al Reino Unido con los jesuitas de Canterbury, para iniciar una larga y fructífera carrera religiosa.

En 1914 cuando estalló la Primera Guerra Mundial, regresó a su país y se enroló en el ejército.

Murió en la casa jesuita de Saint-Michel de Laval (Mayenne) el 20 de septiembre de 1962.

Sin dudas una historia de uno de los deportes, y un héroe de los menos conocidos, durante la larga data del olimpismo.

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