A partir del próximo lunes entran en vigor nuevas medidas del gobierno de EEUU que limitarán exportación de actividades aéreas y marítimas, y un mayor control de las donaciones que recibe Cuba de entidades foráneas.
Este viernes el Buró de Industria y Seguridad (BIS) del Departamento del Tesoro de EE.UU. anunció nuevas enmiendas a las Regulaciones para la Administración de Exportaciones (EAR), que tienen el objetivo de restringir más las exportaciones y reexportaciones de bienes hacia Cuba.
Las restricciones aéreas, si bien no dificultan aún más los vuelos directos a Cuba, imposibilitan el alquiler o venta de aviones, partes o piezas, al gobierno cubano.
Hasta ahora eso dependía de una licencia general, pero a partir del lunes, cuando la nueva mediada será publicada en el diario oficial, las licencias serán más restringidas. De hecho, se establece un tope, o sea, no serán satisfechos aquellos pedidos que contengan más de 10% de componentes estadounidenses.
Técnicamente esto aplicaría a los vuelos directos, porque cuando un avión de una aerolínea estadounidense se ausenta del país, es burocráticamente considerado una exportación.
Además, se establecen límites a los equipos de telecomunicaciones que el gobierno cubano puede recibir sin la necesidad de una licencia. Esto sucede en el marco de la revisión del contenido de la llamada Política de Licencias hacia Cuba, que no es muy preciso.
También serán revocadas todas las licencias otorgadas bajo la política anterior, lo cual será informado a las partes en un plazo de siete días.
Donaciones fuera
Esto quiere decir que el alquiler de aviones Cuba por aerolíneas extranjeras no serán autorizado, y todas las autorizaciones ya concedidas serán revocadas.
En el caso de las donaciones, solo se permitirán aquellas donaciones que no terminen en manos del gobierno cubano. Esto incluye, naturalmente, equipos médicos, que frecuentemente son donados por entidades caritativas estadounidenses.