Cuba oficializó esta semana que los pescadores privados cubanos puedan vender sus capturas directamente, sin intermediarios. Lo que comenzó como una medida provisional, anunciada en 2022, finalmente devino norma y se publicó en la Gaceta Oficial de la República.
De acuerdo con la normativa, se permite la pesca y venta de especies como peces, túnidos, ostiones, almejas, jaiba y camarones marinos, siempre y cuando se realice fuera de las lagunas costeras. Además estipula que las ventas estarán sujetas a regulaciones locales y se llevarán a cabo trimestralmente. No obstante, la nueva regulación deja fuera la venta de langostas.
De acuerdo con cifras oficiales, la captura y comercialización de pescado en Cuba ha disminuido en los últimos años. Y en 2022 se estimaba su consumo en 3.8 kg per cápita.
Ese mismo año, Cuba permitió la importación no comercial de motores marinos de hasta 10 caballos de fuerza (HP). Con esta medida se buscaba facilitar las operaciones de los pescadores y mejorar la industria pesquera en el país. Sin embargo, no se ha visto un aumento significativo en la producción pesquera.
