Aunque para algunos investigadores esta opción podría parecer imposible, un grupo de llamados cazatormentas del Departamento de Pronósticos del Centro Meteorológico Provincial de Camagüey asegura estar cada vez más cerca de lograr un diagnóstico anticipado sobre las condiciones que causan las terribles tormentas locales severas (TLS).
Si bien hace unos años estos estudios solo se reservaban para la temporada ciclónica, la realidad ha demostrados que estos fenómenos climatológicos pueden ser tan peligrosos y destructivos como los propios organismos ciclónicos.
Los resultados
No han sido pocas las tormentas de esta envergadura que han dejado cuantiosas pérdidas en la Isla, incluso heridos y pérdidas humanas. El ejemplo más triste y reciente lo es el Tornado de La Habana, que sorprendió a todos y dejó una terrible experiencia.
Según se divulgó en medios locales de la Isla, los reportes de tormentas locales severas no son solo institucionales, e influyen factores como la densidad poblacional y la presencia de estaciones meteorológicas en los sitios donde se produzcan.
En Camagüey, algunos estudios permiten comparar las condiciones en que se han dado los fenómenos y arribar a conclusiones de probables escenarios favorecedores de TLS.
Los investigadores advierten que hay que dar mayor importancia a los tiempos severos en cualquier época del año, pues solo así se pueden mitigar los efectos, sobre todo si se logra pronosticar con más previsión.
El radar meteorológico es capaz de determinar áreas de tormentas locales severas, pero con poco tiempo. Sin embargo, la proyección es prever con seis o 12 horas de antelación, y haya margen para actuar.
Si bien es difícil disminuir el impacto de un tornado, siempre es válida la alerta temprana. Y aunque esta no es la modalidad de TLS que abunda en el país, los estudiosos alertan la posibilidad de que se incrementen.
El grupo de científicos logró determinar las condiciones prevalecientes el día del tornado en La Habana en los diferentes niveles de la atmósfera, mediante el análisis de la información proporcionada por los mapas sinópticos, imágenes satelitales, observaciones de los radares meteorológicos, mediciones de superficie y modelos numéricos.
