Pues sí, créalo o no esa es la realidad. A pesar de las visibles y continuas colas que deben hacer los clientes para alcanzar combustible en el país, el ministro de economía al comentar sobre esta situación asegura que ya se está vendiendo más gasolina que en períodos anteriores.
Sin embargo, llama la atención que una de las soluciones propuestas para aliviar esta situación sea que sea administre de “manera más eficiente”, algo que por demás resulta irónico cuando se acaba de reestructurar los sistemas de aseguramiento de todos los ministerios e instituciones.
Reconoció la existencia aún de delitos en ese sector, desvío y el robo de combustible ha demostrado que todavía persisten muchas reservas en la economía cubana, pero que también existe descontrol.
Aclaró que, entonces, la historia no sería restricción de actividades, sino elevar el control, y buscar la manera de que todos los recursos se ponga en función del plan de la economía (¿no era antes así?).
Aun así, el ministro puntualizó que pueden existir reestructuraciones enfocadas a sustentar servicios básicos como la generación de electricidad, el transporte público o la producción de alimentos.
En cualquier caso, la situación es delicada. La alerta viene desde arriba y es evidente. Se avecinan tiempos más complicados, sobre todo cuando se pone en crisis uno de los recursos más demandados en cualquier lugar, el combustible.
