Este lunes la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés), confirmó que detectaron presencia del líquido en varios cráteres del satélite natural de la Tierra.
Según medios internacionales, aún no se sabe si se podrá usar como recurso, pero conocer sobre el agua en la Luna es clave.
Los investigadores aseguran que eso es esencial para los planes de exploración Artemisa.
Así lo señaló Jim Bridenstine, el jefe de la NASA, al referirse también a los proyectos de minería en la Luna.
El hallazgo fue realizado en la superficie iluminada de la Luna con ayuda del observatorio SOFIA.
Este es un telescopio infrarrojo aerotransportado, el más grande de su tipo en el mundo.
Se trata, sin embargo, de la primera vez que se detecta agua en el lado iluminado de la Luna.
Este descubrimiento, junto a otra detección de agua, fueron publicados este lunes en dos artículos de la revista Nature Astronomy.
Pistas para encontrar el agua
Pero, ¿cómo se detectó el preciado líquido? El primero de estos estudios se refiere al descubrimiento realizado gracias a SOFIA.
Este es el observatorio que existe a bordo de un avión Boeing 747 modificado, vuela por encima del 99% de la atmósfera de la Tierra.
El mismo ofrece una vista casi sin obstáculos del sistema solar, y sería un primer paso antes de que la NASA logre establecer una base permanente en la Luna.
Los científicos explican que al hacer rebotar la luz infrarroja del telescopio en la superficie de la Luna, pueden decodificar exactamente lo que refleja esa luz.
Diferentes sustancias aparecen con diferentes colores y, en este caso, los investigadores detectaron el color exacto característico de las moléculas de agua.
Según se publicó, se cree que el agua detectada se almacena en burbujas de vidrio lunar o entre granos en la superficie que la protegen del duro ambiente.
