Dayron Robles, el campeón olímpico cubano, quien ostentó un récord mundial en los 110m con vallas, ahora se aventura como cuentapropista y dueño de un restaurante privado que nombró la Escondida Habana.
Después del retiro, Dayron se convirtió en emprendedor, algo muy común en el resto del mundo, pero que no tiene tantos precedentes en nuestro país.
En entrevista con con Play Off Magazine, Robles confiesa que los sueños y metas van cambiando en la vida, por lo que hoy se aventura en esta otra carrera, como cuentapropista.
Asegura que ahora su principal labor es ser un padre de familia, que es lo más importante en su vida y su principal tarea.
Comenta que está utilizando las bondades que tiene este país en la actualidad como parte de todas las reformas que se han hecho con respecto al emprendimiento y el trabajo por cuenta propia.
Dice que junto con su familia están implicados en varios proyectos como los hostales.
Y hace aproximadamente seis meses inauguraron un restaurante llamado La Escondida Habana.
Se trata de un proyecto en el cual está totalmente enfocado y del cual está funcionando como anfitrión directo.
Además, está trabajando en el desarrollo de una experiencia Airbnb, donde piensa incluir al público en su vida cotidiana.
Con eso lo mismo iremos a correr a una pista, al gimnasio, a una playa o a visitar mi restaurante, apuntó.
Un desayuno olímpico
Dijo que podrían tener la experiencia de comer un desayuno olímpico, tal cual son los que uno tiene antes de competir, por solo citar algunos ejemplos.
Sobre la gestión del cuentapropismo en Cuba señaló que queda mucho por hacer todavía.
Por ejemplo, el mercado mayorista donde uno puede obtener grandes volúmenes de un producto en específico necesario para realizar una labor determinada, es algo muy tedioso.
Advirtió que el día que esta parte funcione como es debido se estará en condiciones de abaratar los costos con un servicio de calidad a la población.
