El Béisbol de los Juegos Panamericanos de Santo Domingo 2003, tuvo una buena calidad con la participación de 9 equipos que fueron divididos en dos grupos.
Aunque no estaban entre los favoritos, Nicaragua se erigió como la sensación de ese torneo, sobre tdo por la excelencia del pitcheo que presentó.
Los nicas ubicados en el Grupo B junto a Estados Unidos, República Dominicana, Guatemala y Bahamas, parecían, en los pronósticos precompetencia, destinados a ocupar la tercera casilla de la llave, ya que USA presentó un fortísimo equipo universitario y los quisqueyanos tenían una novena repleta de profesionales.
Sin embargo a base de pitcheo y de jugar béisbol “caribe”, poner la velocidad en función de la ofensiva, los pinoleros terminaron invictos su grupo.
Lo más llamativo fue su pitcheo, ante Estados Unidos triunfaron 3-0 con labor espectacular de Olman Rostrán, quien admitió sólo 5 imparables, concedió un boleto y ponchó a 7 rivales, para acreditarse el éxito.
El perdedor de ese encuentro fue el estelar Justin Verlander, quien se presentó descontrolado y losnicas lo aprovecharon desde el inning de inicio con imparables de Edgar López, jugó en las menores con los Yankees, y Jimmy González, otro que pasó por “Minor League”.
En total Verlander trabajó ante los nicas, en 3 entradas y 2 tercios, permitió 3 limpias, 6 jits, otorgó 3 pasaportes y ponchó sólo a 1.
El otro gran trabajo lo realizó Cairo Murillo, quien propinó juego sin jit, ni carrera a Guatemala en victoria de 5-0.
Cairo fue un verdadero As para Nicaragua internacionalmente, en su carrera tuvo balance 11-1 y 1.77 de efectividad en las fases clasificatorias.
Mientras en duelos de eliminación directa dejó marca de 3-1.
En total el pitcheo nicaragüense terminó la fase clasificatoria con una “minúscula” efectividad de 0,33, el mejor del torneo.
Pero lamentablemente esta historia no tuvo un final feliz, pues el deporte no es justo muchas veces.
Los de la tierra con sabor y olor a pinol enfrentaron en Cuartos de Final a Panamá, que había terminado con balance de 1-2 en el grupo A, el mismo récord que Brasil, mientras Cuba y México concluyeron con 2-1.
En duelo centroamericano los nicas salieron victoriosos 5-2 con éxito de relevo para Cairo Murillo, sustituto del voluntarioso Diego Sandino, a la ofensiva destacaron por los nicas, Edgard López, Reymundo Leytón, Aníbal Vega y el pequeño receptor chinandegano Adolfo Matamoros.
En ese momento eran el único equipo invicto en el torneo y enfrentaron a Cuba en Semifinales y en un cerradísimo partido cayeron 2-1, para posteriormente perder 2-6 con México en la disputa de la medalla de bronce.
Fue un gran esfuerzo de los nicaraguenses en busca de las medallas, que lamentablemente no se tradujo en una posición en el podio.
Para la historia queda la labor de sus lanzadores en la lid, el No-No de Cairo Murillo, ahora destacado Entrenador de Pitcheo y que también fue el mejor lanzador del torneo, y la victoria ante un futuro Hall de la Fama, Justin Verlander.
