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De la Gloria a la Tragedia, Así fue la Vida del Único Campeón Olímpico de Kenya, Fuera del Atletismo.

26 marzo, 2024

Todos conocemos de la gran calidad de Kenya en el Atletismo, sobre todo en el fondo, medallas olímpicas, mundiales, en Copas del Mundo, Grand Prix, certámenes continentales, famosos maratones, en fin hablar de Kenya es hablar de atletismo.

Sin embargo hay un deporte donde Kenya ha destacado en Juegos Olímpicos y que aportó a esa nación africana la única medalla fuera del “Deporte Rey” en citas estivales.

Nos referimos al boxeo.

Ya en México 1968 había llegado la primera medalla, un bronce conquistado por el Pluma (57 kilogramos) Phillippe Waruinge, quien perdió en semifinales una controvertida decisión con el mexicano, Antonio Roldán, a la postre campeón.

El boxeo kenyano siguió la senda del triunfo en Munich 1972 al conquistar 3 metales, pero ninguno de oro, después no asistieron a Montreal 76, boicot de los países africanos y Moscú 1980, se sumaron al boicot estadounidense.

En 1984 reaparecieron y conquistaron allí un bronce, pero sería en Seúl 1988 cuando llegaría el ansiado metal dorado.

Nacido el 3 de septiembre de 1966 en Nairobi, Robert Wangila, llegó con 22 años a la cita bajo los 5 Aros y no paró de ganar hasta subir a lo más alto del podio.

Allí se presentó con el aval de ser Campeón Africano, de Peso Pluma, aunque en Seúl había ascendido hasta los Welters, 67 kilogramos.

Debutó el 24 de septiembre de 1988 ante el entonces yugoslavo Djordje Petronijevic a quien venció por RSCH a los 2 minutos y 31 segundos, del segundo asalto.

El 26 de septiembre en Octavos de Final dispuso por Abandono en el Segundo Round del mongol Khaidan Gantulga, mientras aseguraba medalla de bronce en Cuartos de Final, el día 28, al vencer por decisión unánime 5-0 al búlgaro Hristo Furnigov.

Un día después el 29 de septiembre, no tiene que sudar, pues su rival el polaco Jan Dydak, no pudo subir al cuadrilátero debido a una lesión en la mano sufrida en el combate anterior ante el nigeriano Adewale Adgebusi.

Así enfrentaría en la final del día 29 al francés Laurent Bouduani, ganador en semifinales del estadounidense Kenneth Gould, en cerrado pleito que los jueces vieron 4-1.

El europeo no fue rival en la final y Wangila se proclamó campeón, el primero y único en la historia de Kenya hasta hoy, al noquearlo en el segundo asalto.

Esa fue la primera medalla de oro de Kenya, fuera del atletismo, situación que se mantiene hasta nuestros días.

Wangila pasó al profesionalismo tras su éxito olímpico, pero el destino le jugaría una mala pasada.

Con récord de 22 victorias y 4 derrotas, el 22 de julio de 1994, subió al ring de Las Vegas para enfrentarse al estadounidense David González.

Al minuto y 12 segundos del noveno asalto y a pesar de las fuertes protestas de Wangila el árbitro, el legendario Joe Cortez, detuvo el pleito proclamando ganador a González.

Cuanta razón llevaba el veterano Cortez, pues a pesar de que dos de las tarjetas daban empatado el pleito cuando se detuvo el mismo, Wangila, perdió el conocimiento en los vestuarios y murió 36 horas después, el 24 de julio de 1994.

Tras su muerte se dio una gran polémica, pues había manifestado el deseo de ser enterrado según el rito musulmán, religión a la que se había convertido durante los años que vivió en Estados Unidos y que profesaba su esposa, decisión a la que se opuso su familia de origen, todavía fiel al cristianismo.

El delicado asunto llegó a los tribunales, quienes le dieron la razón al difunto y su esposa.

Así terminó la vida, del único kenyano, Campeón Olímpico, fuera del Atletismo.

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