La Selección masculina de Voleibol sufrió la tarde de este viernes su tercer revés consecutivo en la Liga de Naciones de Voleibol, cuya primera semana tiene una de sus sedes en Ottawa, capital de Canadá.
El revés en esta ocasión llegó ante el Campeón Mundial y Europeo, Italia, pero que en esta primera semana presentó un equipo muy joven e inexperto a nivel internacional.
Los parciales 25-20, 25-19, 20-25 y 25-18, muestran que los cubanos sólo plantaron cara en el tercer parcial y fueron superados en todos los órdenes de juego.
En el duelo sólo se salvan de la criba los Atacadores-Receptores Miguel Ángel López y Marlon Yant quienes tuvieron por cientos de ataques decentes 23-11 con 3 errores cada uno.
Muy bajo el aporte del Opuesto Jesús Herrera, sólo 6 puntos a la ofensiva en 23 intentos y 7 errores cometidos.
Al final López con 14, Yant con 11 y el Central Javier Concepción con 10, 5 de ellos en Bloqueo, muy bien por él, fueron lo único resaltable en una Selección que se ve sin rumbo y sin timonel.
El cuerpo de dirección no encuentra la fórmula para contrarrestar el juego contrario, tampoco realiza los cambios que puedan despertar a una Selección que se ve atenazada, que juega sin alegría, con falta de confianza y sin colectividad alguna.
Muchos de los jugadores cubanos se encuentran entre los mejores del mundo en sus posiciones y si bien los pasadores no son del más alto nivel, tampoco son los culpables de todo el desastre que se está viendo en el terreno.
Atrás quedan los tiempos en que Entrenadores de la talla de Gilberto Herrera, Orlando Samuell, Justo Morales y otros menos conocidos, tal vez hablaban lo justo y necesario, pero sabían leer el encuentro y realizar los cambios en el momento oportuno en dependencia del juego rival, o las carencias en un momento dado de sus jugadores.
También enfocaban la preparación hacia los objetivos fundamentales y sabían llegar al cenit de la preparación en el momento justo.
Estamos de acuerdo que la labor desde el punto de vista físico es complicada, pues la mayoría terminó hace un mes como máximo su participación en largas y competidas Ligas, pero eso le sucede a todos los equipos del planeta.
Es cierto, Cuba es el único equipo de la élite que no tiene un sistema estadístico computarizado ( Data-Volley) y esto es una desventaja, pero aquellos icónicos Coach no tenían esa arma, pues no existía, pero les sobraba instinto y conocimiento para cambiar en el momento oportuno.
Queda el duelo del sábado ante Brasil, que visto lo visto, sería una sorpresa mayúscula que nos favoreciera y después tendremos una semana para preparar la segunda parada.
Este es un año de Preolímpico y para la clasificación a París el Ranking será fundamental, o hay un cambio radical en el rendimiento en la segunda semana de competencia, dentro de 12 días, o se impone un cambio radical en el timón del equipo.
La fórmula puede estar en casa, hay técnicos con experiencia y jóvenes que se superan, o salir a buscar un entrenador extranjero que conozca a los jugadores cubanos, lo cual no es complicado, pues casi todos juegan al máximo nivel.
Por ahora hay que darle un voto de confianza a Vives y su equipo de trabajo, pero un voto, no más, otra actuación decepcionante como esta significaría que es urgente el cambio de estrategia.
Hay demasiado talento para desperdiciarlo y el voleibol, sexo masculino, representa la única opción real de que Cuba tenga un equipo en los Juegos Olímpicos de París 2024.
