¡No hay quien este en la calle! Esa es la afirmación que corre de boca en boca porque de verdad es asfixiante el calor que hace este fin de semana. Y las mediciones los confirman. ¡La sensación térmica ha marcado más de 42 grados Celsius!
Como consecuencia de la permanencia de nubes de Polvo del Sahara sobre el archipiélago cubano, que ha crecido más de diez veces en las últimas décadas, se crea una atmósfera de calor insoportable, que combinado con la humedad hace que se sienta un clima infernal.
Cada año estas nubes de polvo son generadas por las tormentas de arena y polvo del desierto del Sahara y el Sahel, las cuales pueden alcanzar alturas de tres a siete kilómetros.
En el cielo se observa una tonalidad lechosa y desaparece casi por completo el típico azul intenso, unido a la observación una densa bruma, que limita la visibilidad a larga distancia.
Con esas nubes…
Además del calor insoportable, estas nubes pueden traer material particulado altamente nocivos para la salud humana, además de minerales como hierro, calcio, fósforo, silíceo y mercurio, incluso virus, bacterias, hongos, ácaros patógenos, estafilococos y contaminantes orgánicos persistentes.
Si bien comienzan a llegar entre marzo y abril, las mayores oleadas ocurren en junio, julio y la primera quincena de agosto. Se calcula que alrededor de 90 millones de toneladas de polvo del desierto del Sahara llegan cada año a la región del Caribe durante la primavera y el verano.
La gente se calienta
Nadie puede soportar ese calor. La situación es peor si, para colmo, cuando vas por la calle no hay oferta para comprar una bebida fría, y es general la falta de climatización en los establecimientos. En casa, los elevados costos de la electricidad nos obligan a ser más conservadores con el uso de los equipos de ventilación.
Así lo hacen evidente los comentarios de lectores en los propios medios oficiales, pues en condiciones climáticas tan extremas, también hace falta un soplo de aire de garantías del Estado.
