Aunque no se sabe cuántos cubanos podrían estar vinculados al operativo de Trump contra migrantes indocumentados, la realidad es que este domingo pudo haber sido el peor para ellos.
A último momento el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que retrasaría dos semanas una operación para expulsar a los inmigrantes irregulares.
El argumento de Trump es que quiere que republicanos y demócratas encuentren una solución política a este tema.
Para este domingo estaba prevista en 10 ciudades (Nueva York, Miami (Florida), Houston (Texas), Los Ángeles y San Francisco (California), Chicago (Illinois), Atlanta (Georgia), Baltimore (Maryland) y Denver (Colorado).
La intención era la búsqueda de 2000 familias que recibieron la orden de deportación o que no asistieron a su citación judicial, y familias recién llegadas, que se encuentran ilegalmente en Estados Unidos.
Se sabe que más temprano el sábado, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, la principal demócrata en el Congreso, había instado a los líderes religiosos a presionar a Trump para que cancelara las redadas que el domingo iban a afectar a estas familias.
Pelosi dijo en un comunicado que las redadas esperadas inyectarían terror en las comunidades y desgarrarían a las familias, instando a los líderes religiosos y otros a transmitir a Trump el valor de los programas de reasentamiento de refugiados del país.
Cubanos en conteo final
En los últimos meses más de un millar de cubanos llegaron a la frontera mexicana, y aún no se sabe cuántos de ellos podrían estar ya en territorio estadounidense de forma ilegal.
Se dice que otros cientos se han unido a las multitudinarias caravanas de centroamericanos que avanza por el sureste de México para llegar a territorio estadounidense.
