Tiempo atrás, Hatuey adquirió el epíteto de “La Gran Cerveza de Cuba”. Sin embargo, hoy en día son pocos quienes recuerdan esta famosa marca.
Hoy en Cubatel, te contamos su historia. Una historia que comienza en 1918, cuando la Compañía Ron BACARDI S.A. adquirió las instalaciones de Santiago Brewing Co. en el barrio de San Pedrito de Santiago de Cuba.
El propósito en aquel entonces era construir una nueva destilería Bacardí, sin embargo para el año 1926, la compañía decidió darle otro uso a las nuevas instalaciones. En esta ocasión estarían destinadas a la elaboración de una cerveza para el consumo nacional que más tarde aparecería bajo la etiqueta de Hatuey.
Con el propósito de garantizar la calidad y el primer lugar en la industria, el presidente de la Bacardí, Enrique Schueg, ofreció bloques de hielo gratis con la compra de Hatuey.
De manera que, como era de esperar, la cerveza pronto creció en popularidad y se convirtió en la única cerveza fría más disponible de la Isla.
Casi 21 años después, la producción y las ventas de la cerveza Hatuey en la fábrica San Pedrito en Santiago de Cuba aumentó cinco veces.
Se hizo necesaria entonces una ampliación. Así que en 1947 se creó una nueva instalación: la cervecería Modelo. Su edificación estaba a 10 millas de La Habana, y durante los primeros 19 meses, se produjeron cerca de 3,5 millones de litros de cerveza.
De hecho, es muy conocida la relación del escritor estadounidense Ernest Hemingway con esta cervecería Modelo. Y es que el novelista solía visitarla con asiduidad, al encontrarse muy próxima de su casa en Finca Vigía. Cuando el autor recibió el Premio Nobel de Literatura, la compañía hizo una fiesta en su honor en esta cervecería.
Hatuey, ¿cómo continúa su historia?
A pesar de su nombre, no fue hasta la década de 1950 que el característico indio con plumas alargadas en la cabeza fungió como la imagen de la cerveza más antigua de Cuba. Ese fue el año en que esta imagen se plasmó en la etiqueta de los envases de Hatuey.
Por supuesto que las ventas aumentaron y en 1953 se abrió una nueva fábrica: Manacas, en Las Villas.
Para el año 1959, Hatuey llegó a controlar en un 50 % el mercado cervecero en Cuba. Y, ya en 1960, sus ventas subieron a unos 1.500.000 por año.
En lo adelante, la historia de la marca continúa con la confiscación por parte del gobierno cubano de la Compañía Ron BACARDI SA y Hatuey Cervecerías.
Más tarde, la marca gozaría de cierta popularidad en el mercado interno para los años 80, aunque ya tendría que competir con otras de producción nacional como la Cristal y la Bucanero.
