Una imagen renovada y más tentadora aún luce la playa de Varadero. Según se ha conocido, en 2019 se vertieron 53 000 metros cúbicos de arena en el frente de playa de las instalaciones hoteleras, y el procedimiento continuará hasta sumar un millón 396 mil 100 en unos 12 kilómetros.
Los trabajos se realizan gracias a una moderna draga adquirida por la Empresa Constructora de Obras Marítimas, que ha permitido la recuperación de la playa en cayo Blanco.
Esta es uno de los seis sectores más afectados por la erosión en Varadero. Diariamente acceden a él unos 900 bañistas, ahora casi el doble de los clientes que anteriormente frecuentaban las instalaciones.
Con el trabajo de vertimiento quedarán en estado óptimo para su uso turístico y recreativo, y tendrán un impacto positivo en la preservación del ecosistema y la adaptación al cambio climático.
Arena muy similar
Según investigaciones, la línea costera en la península de Hicacos retrocedió 23 centímetros anuales entre los años 2013 y 2018, en la década de 1980 lo hacía más de un metro.
No obstante, pese a la erosión la playa mantiene estándares de calidad suficientes para responder a la creciente demanda turística.
En la labor se emplea una arena muy similar por sus características y color a la de propia de Varadero. Diferentes instituciones cubanas participan en la certificación de la misma.
Varadero, segundo polo turístico de Cuba tras La Habana, recibe anualmente más de 1,5 millones de visitantes, figura entre los diez destinos de sol y playa más populares del mundo.
Su principal reclamo son las arenas blancas y las cálidas aguas azules de la península de Hicacos, donde está enclavado.
Las autoridades reconocen que la playa «exhibe un proceso de erosión moderado. Por ello, entre los años 2013 y 2017 ya recibió un volumen de 53.530 metros cúbicos de arena para restaurar 2,5 kilómetros de playas.
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