Una nota publicada en un medio oficial denunció el incremento de personas procesadas en la capital en los últimos tres meses, por delitos relacionados con el control del combustible y a la distribución y venta de materiales de la construcción.
Según se expone, no todos los casos terminan con sanciones por falta de pruebas incriminatorias, lo que hace difícil el proceso penal y por ende el ejercicio de escarmiento.
Se dice que las terminales de ómnibus urbanos de La Habana en el Diezmero (San Miguel del Padrón), La Fortuna (Boyeros) y Bahía (Habana del Este) son los escenarios de los casos procesados y concluidos, relacionados con el combustible. Además de la Refinería Ñico López (Regla),
En lo referido a los materiales de la construcción, las incidencias se concentran en las tiendas de comercialización de esos productos del municipio de La Lisa.
Funcionarios del Tribunal Provincial de La Habana apuntan que los delitos se relacionan mayormente con el incumplimiento de las normas para el almacenaje del combustible y los materiales de construcción, su uso, distribución y control, por lo que no son simples negligencias.
Se advierten como faltas delictivas la receptación, por la que mayormente son juzgados choferes particulares y boteros que no pueden acreditar la procedencia legal del combustible.
También está el delito de apropiación indebida, con una carga de irresponsabilidad laboral, pues los medios quedan a su cargo sin que esa sea su función.
Nada, que en medio de tanta escasez estas situaciones se vuelven cada vez más comunes en el país, y se pierden las amarras para el control, sobre todo cuando la cadena de implicados sigue creciendo.
