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Miss Burbujas, la mujer que bailó desnuda por el Paseo del Prado

4 noviembre, 2022
Mujer baila desnuda por el Paseo del Prado

Un hecho insólito: en noviembre de 1953, una cubana bajó de un auto en el Paseo del Prado y comenzó a desfilar por la conocida avenida totalmente desnuda.

Realmente, la joven lucía la parte inferior de un bikini y una capa de agua transparente.

A modo de accesorio para su performance, la cubana abrió una sombrilla y, ante el asombro de los presentes, caminó por todo el Paseo del Prado.

Al momento, los presentes rodearon a la joven, como curiosos al fin.

Algunos puritanos, insultaban a la muchacha. Otros, celebraban su belleza.

 En algún momento de su caminata por Paseo del Prado, según cuenta la prensa de la época, en un bar cercano comenzó a sonar uno de los hits de esos tiempos. Se trataba de la popular canción La Engañadora, compuesta por  Enrique Jorrín y grabada por Orquesta América en marzo de 1953.

Así que esta mujer aprovechó la banda sonora que, de manera espontánea se le había presentado, para bailar al compás de la música por Paseo del Prado. Lo hizo, además, con un impecable estilo de cabaret, muy a tono también con la época.

Una vez que esta mujer llegó al Parque Central, se cuenta que traía tras de sí toda una caravana de autos. Los piropos, además, no se hicieron esperar.

Poco material de archivo se conserva de este acontecimiento que tuvo lugar en el corazón de La Habana, justo en la avenida del Paseo del Prado. Sin embargo, un fotógrafo intrépido del diario Información captó el momento con su lente, y esas son las imágenes que, aunque en baja calidad, se conservan hoy.

¿Cuál era la identidad de esa mujer que caminó desnuda por el Paseo del Prado?

En la prensa de la época también destacó la identidad de esta mujer que se hacía llamar Miss Burbujas y, cuya performance fue sin dudas transgresor para su época.

La protagonista era Virginia Martha Lachima, una bailarina norteamericana que por esos días haría su debut  en el Cabaret del Hotel Sevilla Biltmore. Este sitio, se cuenta, era propiedad del mafioso ítalo-cubano Amletto Batisti. Se dice que era uno de los “capos” del juego en La Habana.

Según se cuenta, la idea de la bailarina con este performance era hacerse publicidad para el espectáculo que posteriormente tendría en la ciudad. ¡Y vaya que lo logró!

Foto: Tomada de Cubacute.

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