Si llegas a un garaje en Cuba y te encuentras un avión a medio hacer, tal vez lo primero que piensas es que es una nave destruida. Pero, cuando te fijas, se trata de una aeronave en camino a ser volada. ¿Por quién? Su creador.
Este ingeniero mecánico cubano tiene 70 años y cree que para el verano ya está volando su nuevo avión. No es la primera vez que se lanza a semejante aventura. En 1973 elevó su primera aeronave. Tenía las alas forradas de papel.
Ahora lleva varios años empleado en un proyecto mucho más ambicioso: un biplaza capaz de volar durante 120 minutos a 165 kilómetros por hora. Se trata de un avión superior a los 400 kilogramos, con seis metros de longitud y 9,2 de envergadura. Posee un motor de 64 cv y puede despegar, de acuerdo a su creador, a 61 kilómetros por hora.
Antes del impresionante reto, el ingeniero Adolfo Rivera confeccionó ocho monoplazas de menos de 22 cv. Y en su nave de 1973 (de apenas 54 kilogramos cuando él pesaba 52) pudo elevarse por vez primera.
¿Cuándo verá el aire este modelo cubano de avión que reposa en un garaje en Cuba en el municipio habanero de Miramar? Su creador dijo a medios internacionales que pretende que sea para este verano.
El prototipo de madera solo tiene acero en la cabina. Y comenta su gestor que lo más complicado ha sido hallar los troncos ideales. Ahora el AR-9 ULM (Modelo Ultra Ligero Alberto Rivera 9) reposa su motor austríaco Rotax 582 y su hélice de dos palas de caoba y cedro. Este importante componente se hizo a mano, con el arte de un joven carpintero.
La nave que aguarda en un garaje en Cuba ya fue certificada para volar por las autoridades.
