Carmen Ignarra Güell fue una actriz cubana que tuvo una vida que bien podría ser la trama de una película. Sigue leyendo y descubre todos los detalles.
Está intérprete cubana nació en Cienfuegos, el 30 de marzo de 1927. Siendo muy joven mostró interés por la actuación. Con solo 15 años empezó a trabajar en el teatro, en obras como Las Flores, Canción de Cuna, Zorrilla y Don Juan Tenorio.
Luego de teatro, Carmen Ignarra trabajaría en cine. A finales de la década del cuarenta comenzó sus pasos en el séptimo arte. La intérprete estuvo en Cecilia Valdés, Ángel Caído y Siete muertes a Plazo Fijo.
Carmen se establece en México
En la década del cincuenta Carmita, como era conocida en el mundo del espectáculo, va a México invitada por Santiago Reachi Fayad, empresario de origen libanés que había descubierto a Cantinflas. Este hombre se había enamorado de ella y con la mentira de que grabaría una película con Luis Buñuel convence a la cubana de viajar.
Cuando la artista se da cuenta de que llegó a México engañada no quiso regresar rápidamente a la Isla para evitar las burlas. En 1954 contrajo matrimonio con Reachi Fayad.
Carmen Ignarra solo grabó, durante la edad de oro del cine mexicano, cuatro películas: Los Solterones, Historia de un Marido Infiel, Y mañana serán mujeres y El monstruo en la sombra.
Se especula que fue su propio esposo quien no quiso que la intérprete brillara y solo le conseguía pequeños papeles.
Pese a su corta carrera, Carmen tuvo muchas relaciones en el mundo de espectáculo. Fue amiga de Cantinflas, quien le bautizó a su única hija. También fue cercana al pintor Diego Rivera, quien le hizo un retrato.
En la década del setenta Carmen se separó de su esposo y se estableció en Monterrey. Allí le ofrecieron continuar su carrera en el Canal 6. En esa época protagonizó algunas novelas.
Falleció en su casa, a causa de un infarto a la edad de 90 años, en el 2017.
La casa donde vivió es conocida como la Jaula de Oro y actualmente se encuentra abandonada. Allí se pueden encontrar muebles, fotos y otros enseres muy finos completamente derruidos.