Por increíble que parezca, a 10 metros de profundidad de la bahía de Santiago de Cuba yace un cementerio submarino con decenas de ánforas. Estos cantaros fúnebres están destinados a albergar restos humanos.
Así lo informó el diario Sierra Maestra, de acuerdo con el informe de un equipo de investigadores del Centro Regional de Gestión y Manejo del Patrimonio Natural y Cultural Subacuático (CUBASUB).
Precisamente estos especialistas quedaron totalmente desconcertados con este hallazgo del cementerio. Ello, sobre todo, por la falta previa de detección de tales objetos. Inicialmente, el equipo de CUBASUB estaba dedicado a la exploración del cable inglés de comunicaciones, pero se tropezaron inesperadamente con este fascinante yacimiento.
De acuerdo con el Dr. C. Jesús Vicente González Díaz, líder del equipo, las ánforas que resguardan las cenizas de los difuntos están ubicadas en una zona de gran relevancia histórica. Este lugar se caracteriza además por la presencia de cañones y vestigios que remontan a la época colonial española.
Además, en la zona se han encontrado “vetustos cañones colmados de concreciones, ruedas de cureñas, balas y disimiles, herrajes, una impresionante cantidad de ánforas mortuorias en diferentes estados de conservación… ngangas con ofrendas, botellas de ron, restos de altares… y cualquier diversidad de ofrendas diseminadas por el batir del mar”.
Así, González Díaz y su equipo consideran de “regalo” este hallazgo. Y es que sin dudas el encuentro con este cementerio sumergido ofrece una buena oportunidad para estudiar las costumbres y tradiciones de la zona.
“Esta práctica no tiene nada de misterioso ni se ha hecho ocultamente, solo que en verdad muy pocos sabían que tantos difuntos hechos cenizas fueran a parar al mar y en un sitio tan estratégico como la ‘boca de la bahía’, y exactamente debajo del emblemático Castillo del Morro”, destaca el medio de prensa citado.
