Pues sí, una de cada dos personas sufre problemas de salud mental por la pandemia según revelaron estudios y encuestas realizadas por el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja
Las estimaciones advierten que esas afectaciones son severas, debido a la carga adicional de estrés.
Ello se suma al sufrimiento y todas las situaciones asociadas en las comunidades en todo el mundo.
La imposición de medidas de aislamiento, la pérdida de la interacción social y las presiones económicas inciden en la salud mental.
Por supuesto, estas restricciones por la pandemia incidieron también en el acceso a la atención.
En tanto, quienes han trabajado en la primera línea, desde personal médico, hasta voluntarios, pasando por trabajadores comunitarios, los encargados de recoger cadáveres, también han resultado severamente afectados.
Casi tres de cada cuatro personas respondieron en una encuesta que los trabajadores de la salud y los equipos de respuesta tienen más necesidades de apoyo en salud mental.
Estas personas suelen estar expuestos al virus de manera directa, trabajan muchas horas seguidas e inevitablemente atraviesan acontecimientos traumáticos.
Afectaciones neurológicas y psicológicas
Por otra parte, un estudio sugiere que el 82% de hospitalizados por Covid-19 desarrollan manifestaciones neurológicas
La investigación fue publicada en la revista Annals of Clinical and Translational Neurology.
Se encontró que la mayoría de los enfermos graves con coronavirus han desarrollado varias manifestaciones neurológicas y psicológicas.
Con más frecuencia las personas del grupo estudiado tuvieron dolores musculares, dolores de cabeza, encefalopatía, mareos.
Sin embargo, también se reportan trastornos del movimiento, los déficits motores y sensoriales.
Lo más preocupante fue el hecho de que cualquier manifestación neurológica en su conjunto es más probable en personas más jóvenes.
Para aliviar estas tensiones emocionales se describen diversas alternativas que se pueden llevar a cabo en la disminución del nivel de estrés.
Por ejemplo la meditación, atender la respiración, hacer ejercicio físico, disminuir el consumo de noticias negativas, generar rutinas.
Además, contactar con seres queridos y realizar algún pasatiempo que mantenga la mente ocupada.
