En la historia nacional hay un hecho insólito que acaparó la atención de todos: la llegada de un platillo volador a La Habana. Esta es la historia.
Corría diciembre de 1954 y en la intersección de la Avenida de Rancho Boyeros y Vía Blanca, en la zona donde se construía la Ciudad Deportiva, apareció un raro objeto parecido a un platillo volador.
La radio dio la noticia del aterrizaje de un objeto extraño, que podría traer marcianos a la tierra y eso disparó a la población que se aglomeró en los alrededores. También llegó la televisión para grabar los sucesos.
El platillo volador era una nave de unos doce metros de diámetro y cuatro de altura. Contaba con seis escotillas con luces intermitentes. La base de la nave era una cabina con un periscopio.
Ramón Hermida, Ministro de Gobernación, envió a la policía y también hicieron acto de presencia miembros de la marina y el ejército. Los uniformados cercaron la nave. También llegaron los bomberos, en caso de que se desatara un incendio.
Por orden del Ministro, a las 11 de la mañana, las tropas tomaron por asalto el platillo. Cuando iban a subir al techo de la nave se comenzó a escuchar la canción: “Los marcianos llegaron ya y
y llegaron bailando cha cha chá”
Mientras que, Joaquín M. Condall, director del programa Mi esposo favorito, del Canal 4, quien estaba a unos 200 metros, dio la orden de abrir la portezuela de la nave. De su interior comenzaron a salir grandes estrellas de televisión de la época, entre ellos: Rosita Fornés y su esposo Armando Bianchi; el gordo Rogelio Hernández, Herminia de la Fuente y Marta Véliz, conocida como La Meneíto.
Así fue como un platillo volador sorprendió a los habaneros, el día de los inocentes, de 1954.