Este viernes Cuba amaneció viviendo el inicio de la unificación monetaria en el país. Después de varios años en medio del proceso de reordenamiento económico, el 1ero de enero se convirtió en el famoso Día Cero del que tanto se habló.
Pero, ¿qué implicaciones tuvo el hecho de que este día coincidiera con la jornada inaugural del año, que tantos cambios trae por sí sola? Para empezar, muchos amanecieron con varias confusiones debido a la desaparición del CUC.
En las redes sociales no pocas personas se refirieron a la confusión que tuvieron al ver su saldo multiplicado por 24. Incluso algunos llamaron a sus familiares para saber si le habían puesto una recarga, aunque no había promoción especial por estos días.
La sorpresa acabó rápido cuando intentaron gastar el “desproporcionado” bono con el que amanecieron. Enseguida recordaron el inicio de la unificación monetaria cuando trataron de usar su dinero y se dieron cuenta de que acababa 24 veces más rápido que antes.
Por otra parte, varios barrios de la Isla devolvieron el pan de la cuota porque no tenía calidad. Y aunque esta es una práctica que podría ocurrir a menudo, este 1ero de enero la molestia fue mayor debido a que el pan comienza a costar un peso cubano.
Esa es otra de las historias que se vivió hoy en Cuba con el inicio de la unificación monetaria. Aunque sea cuestión, como se dice popularmente, de buscarse una cartera más grande para cargar una mayor cantidad de dinero.
Resulta muy complicado para las personas mayores entender el cambio que comenzó hoy en el país. Y, a partir del lunes, cuando la vida regrese aún más a la normalidad laboral y de estudio, la diferencia se verá con otra fuerza. Habrá que adaptarse a multiplicarlo todo y a sumar más.
