Cuba es hoy el país extranjero con más exponentes en el Salón de la Fama del béisbol en Estados Unidos.
Por estos días de Orestes Miñoso y Tony Oliva fueron exaltados al salón ubicado en Cooperstown, Nueva York. Esa inclusión dejó a la Isla con seis jugadores y ocho representantes de manera global en el templo del beisbol internacional.
El resto de los jugadores cubanos que figuran en el Salón de la Fama del deporte de las bolas y los strikes en Estados Unidos son: Martín Dihigo, Tany Pérez, Cristóbal Torriente y José de la Caridad Méndez.
Asimismo, otras dos personalidades cubanas también integran la nómina de Cooperstown. Ellas son el ejecutivo Alex Pompez y al periodista Rafael “Felo” Ramírez.
El primero, de acuerdo con el periodista cubano Aliet Arzola Lima, “estuvo a la vanguardia de la internacionalización de las Ligas Negras durante 35 años como propietario y ejecutivo en el período 1916-1950, en el cual se consagró como un excepcional descubridor de talentos”.
“Felo” Ramírez, continúa Aliet, “fue el narrador oficial de los Marlins desde 1993 hasta el 2017”. Este periodista bayamés también recibió el premio Ford C. Frick que otorga el Salón de la Fama a los narradores más destacados en la cobertura de este deporte.
Con esos ocho cubanos dentro del Salón de la Fama, Cuba se pone por delante de las mayores potencias latinas del juego.
Luego le sigue Puerto Rico con cinco (Roberto Clemente, Orlando Cepeda, Roberto Alomar, Iván Rodríguez y Edgar Martínez); República Dominicana con tres (Juan Marichal, Pedro Martínez y Vladimir Guerrero); Panamá con dos (Rod Carew y Mariano Rivera) y Venezuela con uno (Luis Aparicio).
El Salón de la Fama de Cooperstown sirve como punto central para el estudio de la historia del béisbol en los Estados Unidos y en el mundo.
