Morón es una ciudad situada al norte de la provincia de Ciego de Ávila, en Cuba. Su celebridad viene, sobre todo, por ser el hogar de uno de los dulces más consumidos por los cubanos de todos los tiempos: las torticas.
Su creadora fue doña Serafina Echemendía, descendiente de andaluces. Según ha trascendido, la primera vez que las elaboró fue en 1926 y la receta original llevaría ingredientes típicos mediterráneos como las almendras y los cacahuates. Sin embargo, Fina decidió sustituirlos por ralladura de limón.
Ese día, de su horno salió la versión cubana de las torticas, que se coronarían junto al Gallo de Morón, en símbolo de esa ciudad.
De la vida de Fina se conoce poco. Los archivos históricos de Morón refieren que se habría casado en 1868 con un músico famoso en esa época: Ladislao Echemendía Quesada. De él tomaría su apellido, pues su nombre de soltera era Serafina Valdés Gómez.
Receta Torticas de Morón
Fina falleció el 12 de julio de 1932 en el número 53 de la calle Máximo Gómez, en la misma ciudad de Morón que la vio florecer como repostera. Aunque no dejó su receta de las torticas de Morón, se conoce que sus ingredientes serían:
- 1 taza de azúcar
- 1 taza de manteca de cerdo, manteca vegetal o mantequilla sin sal.
- 4 tazas de harina de trigo
- 1 cucharadita de cáscara de limón rayado
- Una cucharadita de polvo de hornear
- 1 cucharadita de sal
- 2 yemas de huevo
Preparación:
Mezcla el azúcar y la grasa con una cuchara de madera o procesadora a baja velocidad. Añade lentamente el resto de los ingredientes hasta formar una masa homogénea. Luego forma con la masa un cilindro de unos 6 centímetros de diámetro y déjalo reposar al menos una hora en el refrigerador. Al sacarlos, córtalo en rebanadas de dos centímetros. Hornéalos en una tártara cubierta con papel encerado durante 20 o 25 minutos a una temperatura de 325 grados farenheit o 175 celsius.
