Aunque ha sido conocido por uno de sus personajes insignes como El Tavo, Albetico Pujol se ha convertido en un referente de la versatilidad y la creatividad como artista.
De la mano de Camila Arteche, esta vez Cubatel llega a la casa de Albertico Pujol en Estados Unidos, donde radica hace un tiempo.
Más allá de la actuación, Pujol ha ido impulsando otras aristas de su desempeño, entre ellas la música, la producción y las artes plásticas.
Pero si de actuación se trata, para Albertico, la tarea fundamental de cualquier actor es escuchar, oír, ver, y luego explicar.
Nació en una familia de artistas, y confiesa que lo que le marcó siempre fue cómo procesar y entender la vida a través del arte, “eso estaba en mi ADN”, asegura.
Sobre su incursión en el mundo de la plástica señala que durante una época estuvo respondiendo a la inspiración, luego con compromisos y encargos.
Por otra parte, disfrutó mucho componer para niños, “ha sido maravilloso, es una experiencia muy reconfortante”, afirmó.
Explicó que tuvo la suerte de producir el disco del Capitán Plin, y confiesa que los niños son la emoción más grande.
Para Pujol su hobby preferido es soñar todo el tiempo, tratar de sentirse feliz en la medida de las posibilidades y ser conservador.
Su lugar favorito de relajación es en su estudio, entre lienzos y el olor a la pintura.
Aunque lo que la gente más ha visto es la actuación, asegura que, como artista, todo vehículo para el arte que uno pueda tomar es bienvenido.
Más allá de El Tavo
Aunque muchos pensarán inmediatamente en El Tavo como su papel preferido, uno de los que lleva y le ha marcado es el de Jacinto Cabello, en una serie colombiana.
“Otro personaje que guarda con mucho amor es el de Casa bella, de Lester Hamlet. Son dos personajes que quiero y respeto mucho, a los que le puse el alma, el corazón y la vida”.
Para Albertico la familia en sí es su actividad preferida y le gusta comer, compartir, y dentro de ella la persona que más admira en el mundo es su padre.
Confiesa que le habría encantado ser médico, aunque el sueño de su vida era verse tocando una batería en una orquesta.
