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Adiós a Salvador Wood, el Brigadista de Cuba

2 junio, 2019

Muere Salvador Wood, el Brigadista del cine cubano con el que crecieron no pocas generaciones en la Isla

salvador wood el brigadista del cine cubano

Quién no lo recuerda entre los azares de un joven Brigadista de los primeros años de la década de los 60 en Cuba. O en las paradojas de La muerte de un burócrata, entre tantos otros personajes que lo hicieron querido y muy conocido en la Isla. Este sábado le decimos adiós a Salvador Wood, un actor de primera que todas las generaciones recuerdan con mucho cariño.

Fue Premio Nacional de Televisión Por la Obra de Toda la Vida, pero ante todo, era uno de los más respetados y queridos porque supo dar versatilidad a sus personajes. Y a sus 80 años se declaraba esperanzado en seguir actuando.

Dicen que se enamoró de una actriz que tuvo el valor de casarse con él hace 59 años declarando públicamente que tiene un apellido de madera (Wood, en inglés significa madera), pero una voluntad de hierro.

Conociendo a Salvador Wood

Salvador Wood nació el 24 de noviembre de 1928 en Santiago de Cuba, al igual que su esposa de la vida, Yolanda. Sus padres eran santiagueros y por la estirpe paterna de los Wood, fue el único que tuvo el coraje de ser actor de teatro, de radio, de televisión y de cine.

Sus primeros retos como actor fueron en la radio, en 1943, en un programa especial sobre el fusilamiento de los ocho estudiantes de Medicina, el 27 de noviembre. Hizo el papel de uno de los estudiantes fusilados.

Después llegó al teatro y su primer reto fue con solo 17 años, en 1945, en la obra Don Juan Tenorio, de Zorrilla.

Le siguió, en 1952, el primer reto en la televisión. Fue en un programa de Paco Alfonso, en el Canal 2, dirigido por Jesús Cabrera, Ahí Salvador Wood hizo por primera vez un personaje campesino. Después de eso interpretó 18 campesinos distintos.

Más tarde, en 1960, debutó en el cine, en un documental bajo el título de Chinchín, donde hizo el papel de otro campesino.

El director fue Humberto Arenal y el fotógrafo, el canadiense Harry Tanner; se filmó en Jovellanos, Matanzas.

Sin embargo, dicen que donde Salvador fue más feliz como actor, y sintió un mayor impacto emocional, fue en la película El Brigadista, en 1976. Porque allí debutó su hijo Patricio Wood; juntos, en el mejor ejemplo de fraternidad que existe, padre e hijo.

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