Aunque por décadas estuvo abandonado, este mes de julio se espera ya esté listo el emblemático centro capitalino Los Jardines de La Tropical, un lugar identificado por su belleza natural y por tener los salones de baile más grandes y populares de Cuba.
En una superficie de 297 154 metros cuadrados, se reserva un espacio natural con una serie de salones fabulosos que datan de 1904: Ensueño, La Cúpula, Templo Indio, Mamoncillo, y que hoy todos conocen como Salón Rosado Benny Moré de La Tropical.
Parecería mentira que este lugar, tal vez único en el mundo, halla permanecido en el olvido durante tanto tiempo.
Está rodeado de merenderos, manantiales y bosque, siguiendo la línea internacional de rescate del ambiente ecológico, como el cabaret Tropicana y el Sans Souci.
Según se conoció, para su reanimación se respetó la orografía del valle, y se potenció el cultivo de las plantas propias del lugar, aplicando un arte de la topiaria en arbustos y zonas cercanas al área de descanso.
Naturaleza y ritmo
Prevalecen árboles frondosos maderables, frutales y medicinales, muchos de los cuales constituyen valiosas especies endémicas. De hecho, uno de los principales salones de baile fue construido alrededor de un árbol de mamoncillo de 200 años de antigüedad.
Proporciona a la ciudad un agradable espacio natural de disfrute público, con una armonía visual que introduce en Cuba el estilo modernista.
El diseño le pertenece al maestro catalán de obras Ramón Magriñá, por lo cual presenta huellas indiscutibles de los jardines orgánicos españoles.
Entre la barra de cerveza y el río se ubica un elegante mirador a manera de saloncillo reservado, desde donde los primeros propietarios observaban, con sus huéspedes más distinguidos las regatas en el río Almendares o las fiestas que acontecían en el salón Mamoncillo.
Termómetro del sabor
Con el pasar de los años estos salones se convirtieron en el termómetro de la música popular bailable de Cuba. Juan Formell decía que quien no triunfaba en La Tropical, no podía llegar a la cima… ese era el imperio de la música bailable.
Esperemos que a partir de julio Los Jardines de La Tropical vuelvan a medir la temperatura del ritmo y el buen baile en Cuba.
