Las motos eléctricas en Cuba ya no podrán andar por las calles si no están debidamente registradas y legalizadas. Así lo recoge la resolución que entrará en vigor por estos días y que apunta también al estado técnico del resto de los ciclomotores de la Isla.
De acuerdo a la nueva legislación, los ciclomotores son todos aquellos vehículos de al menos dos ruedas con motor térmico de cilindrada inferior a 50 centímetros cúbicos. También califican los de motor eléctrico de potencia no superior a 1000 watts y una velocidad máxima por construcción de hasta 50 kilómetros por hora.
Para manipular cualquiera de estos vehículos, incluidas las motos eléctricas en Cuba, es obligatoria una licencia de conducción del tipo específico que señala la norma. Y aclaran las autoridades cubanas que todas las medidas tienen el propósito de proteger legalmente a los propietarios y velar por la seguridad vial.
Uno de los aspectos que más llama la atención de la resolución son los requisitos para la inscripción en el Registro de Vehículos. Y es que, además de realizar el pago del impuesto sobre documentos públicos y pasar por la inspección técnica del ciclomotor, deben presentarse los papeles que acrediten la posesión legal del vehículo.
Aclara la norma que, para validar la pertenencia de motos eléctricas en Cuba, es necesario presentar la factura o contrato de compraventa de la entidad comercializadora autorizada (si se compró en el país), o el certificado de importación o modelo de solicitud de inscripción de la Aduana (si fue importada).
Las personas que no posean ninguno de esos documentos deben realizar una declaración jurada ante el Registro de Vehículos para acreditar la posesión lícita del medio, la forma y fecha de adquisición y los datos registrales.
La norma establece que se asignarán chapas para estos medios de transporte.
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