Como ya es sabido, cerca de una cuarentena de diplomáticos estadounidenses y canadienses que residían en Cuba alegaron tener problemas de salud por supuestos ataques sónicos. Sin embargo, un nuevo estudio concluyó que las afectaciones podrían haber sido causadas por agentes neurotóxicos utilizados en la fumigación con pesticidas.
El estudio…
La investigación, encargada por Global Affairs Canada, involucró un equipo multidisciplinario de 26 científicos y se considera la más extensa realizada hasta la fecha sobre personas afectadas por el llamado “síndrome de La Habana”.
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— Roberto Suárez 🇨🇺 (@CubaenFotos) November 3, 2018
Para el estudio se tomó como sujetos de prueba a 28 personas. Estas citaron entre los síntomas más comunes dolores de cabeza, mareos, náuseas y dificultad para concentrarse. Al respecto, el informe refiere que “el proceso clínico, el tipo de lesión, las regiones del cerebro afectadas (…) así como el contexto de una exposición común” condujeron a la hipótesis de una “exposición a dosis bajas de neurotoxinas”.
Esto sugeriría —añade el documento— una “intoxicación con organofosfatos” y no ataques sónicos, como se creía en un primer momento. O sea, los diplomáticos en Cuba pudieron intoxicarse con moléculas que se encuentran en productos comúnmente utilizados en fumigaciones.
En una entrevista concedida recientemente, el jefe del estudio, Alon Friedman, recordó que “en 2016 y 2017 —cuando los síntomas comenzaron— el gobierno (cubano) lanzó una vasta campaña de fumigación contra el virus Zika en toda la Isla y, en particular, en las zonas urbanas de La Habana”.
A ello se suma que las embajadas realizaban campañas de fumigación en oficinas y residencias cada dos semanas. “Estas dos fuentes combinadas expusieron a los diplomáticos canadienses de una forma excesiva”, aseguró Friedman.
No obstante la nueva teoría sobre las fumigaciones, Relaciones Exteriores de Canadá no descarta el asunto. “Aunque exploremos otras posibilidades, no se determinado una causa definitiva de los problemas de salud”, refirió el portavoz John Babcock.