La hotelera española Meliá es castigada nuevamente por operar instalaciones expropiadas en Cuba. Esta vez el hotel en litigio es el “Meliá San Carlos”, construido por Antonio Mata en los años veinte y expropiado por el régimen cubano en 1962.
La compensación es exigida bajo el Título III de la Ley Helms Burton, que permite a los ciudadanos estadounidenses demandar entidades extranjeras que hayan traficado con sus propiedades confiscadas en Cuba.
Según explicó Carlos Rodríguez, uno de los abogados del caso, la familia Mata notificó a Meliá su intención de demandarla en los tribunales de Estados Unidos. Luego de esto cuenta con un plazo de 30 días para saldar la indemnización. De lo contrario, deberá pagar el triple de lo que les deben.
“No solo están usando la propiedad y las instalaciones del hotel —dijo el jurista—, sino también la historia de la instalación y la reputación que creó en décadas”.
El hotel San Carlos fue confiscado sin compensación a la familia Mata, una de las más acaudaladas de Cienfuegos. Junto con él también se le expropiaron dos fincas y varias casas.
¿Qué dice Meliá?
En abril pasado, herederos del otrora terrateniente Rafael Lucas Sánchez Hill también presentaron demandas en tribunales estadounidenses contra Meliá. Esa vez por la construcción y aprovechamiento de los hoteles “Sol Río de Luna y Mares” y “Paradisus Río de Oro” sobre un terreno de 40.000 hectáreas en Holguín que le fue confiscado a la familia.
Sobre las demandas, la hotelera española Meliá ha dicho que sus negocios en Cuba se ajustan a la legalidad y que no es propietaria de ninguno de los bienes que le reclaman.
“De dirigirse alguna reclamación contra algún hotel —han expresado sus representantes— nuestro papel sería el de meros gestores hoteleros“.
