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Cuba, entre los países más afectados del mundo por el impacto de rayos

23 septiembre, 2019

Al menos 65 personas mueren anualmente en Cuba por el impacto de descargas eléctricas. Así confirmó el Instituto de Geofísica y Astronomía de la Isla en una investigación reciente.

De acuerdo con la institución, esta es la primera causa de muerte relacionada con fenómenos naturales en Cuba. Y entre 1979 y 2013 se registraron 1682 fallecimientos por ese motivo.

Las regiones con mayor reporte de decesos por descargas eléctricas —dijo el Instituto— son Pinar del Río, La Habana, Mayabeque y Matanzas. Todas en la zona occidental, desde donde se reporta el mayor índice de tormentas.

Informaciones emitidas por la prensa nacional explican que Cuba figura entre los países más afectados del mundo por el impacto de rayos. Ello se debe a la gran actividad eléctrica que caracteriza las tormentas sobre la Isla.

Vale señalar que, aunque estos fenómenos son más frecuentes en los meses de verano por al elevado calentamiento del aire en contacto con la superficie terrestre, el peligro puede persistir durante todo el año.

¿Qué hacer en caso de tormentas eléctricas?

Entre las medidas de protección clasificadas por el Instituto de Geofísica y Astronomía destaca la regla 30-30. Según ese enunciado, luego de un relámpago se deben contar los segundos hasta el escuchar el siguiente trueno. Si pasan 30 segundos o menos, debería buscar un lugar seguro y salir solo 30 minutos después del último estruendo.

Asimismo, la meteoróloga Yadira Pérez Calzada recomienda en una entrevista a Tiempo 21 “alejarse de todo lugar alto y refugiarse en zonas bajas, no propensas a inundarse o a recibir averías de agua. Nunca correr en medio de estos fenómenos y menos con la ropa mojada, esto particularmente es muy peligroso.

“Es importante, además, deshacerse de todo material metálico y depositarlo a más de 30 metros de distancia. Nunca refugiarse bajo un árbol, una roca o elementos prominentes solitarios. La humedad y la verticalidad aumentan la intensidad del campo eléctrico.

“En cambio, un bosque puede ser un buen refugio ante descargas eléctricas, especialmente si nos cobijamos debajo de los árboles de menor altura. Es preciso alejarse también del contacto con zonas mojadas, especialmente piscinas, ríos, lagos, el mar y otras masas de agua.

“Si notamos cosquilleos en el cuerpo, se nos eriza el cabello o vemos brillar y hacer chispas a un objeto de metal, hay que echarse al suelo inmediatamente, la descarga de un rayo es inminente”.

Según ha trascendido, cada año ocurre un promedio mundial de 16 a 17 millones de tormentas, para unos ocho millones de descargas eléctricas cada día. Se estima que estas liberen una energía comparable a dos millones de dinamita.

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