¿Te gusta la cerveza cubana? Entonces tienes que conocer estas curiosidades
Por: Lulú Rivera
Fugaz como un comenta. Así podríamos describir la cerveza cubana. Y no se trata solo de que se beba en dos pasos. La realidad es que con la crisis económica en Cuba, cada vez se hace más difícil conseguirla; ¡ qué decir de conseguirla fría!
Así es que si te gusta la cerveza, y no cualquier cerveza, sino la cubana; tienes que conocer estas curiosidades.
1. No solo le decimos cerveza
“Dame un traguito ahora”… ¿se entiende fácil, no? ¿Y si te digo: dame un lagarto ahora?
A menos que seas cubano o que hayas vivido en Cuba, lo más probable es que no. Y es que en la Isla, como en casi todos los países del mundo, tenemos localismos que nos distinguen. En el caso de las cervezas, existen varias formas de llamarlas.
A las claras, por ejemplo, les decimos rubias; a la Tínima de Camagüey, muchas le llaman satánica, por su envase pequeño y oscuro. Tenemos fría, para pedir una cerveza bien helada; birra, nomenclatura heredada de los italianos; dispensada, para la cerveza granel; el laguer, que es un tipo de cerveza que se fermenta a bajas temperaturas y se almacena en bodegas llamadas lagered; y el mencionado lagarto, un derivado cubiche de laguer.
2. La primera cerveza cubana
Se estima que la primera cerveza que se bebió en Cuba entró de contrabando desde Jamaica. Fue alrededor de 1762, con la toma de los ingleses, que su compra y venta se hizo legal.
La primera cerveza verdaderamente made in Cuba se produjo en 1888, en el municipio Marianao. Se llamó La Tropical y nació con muy baja calidad. No obstante, poco tiempo después —y con el asesoramiento de maestros cerveceros de Francia y Alemania— comenzó a comercializarse bajo las nomenclaturas de Tropical clara, Tropical oscura excelsior, Cristal clara palatino, cerveza tipo Munich oscura Tivoli y Malta Tivoli.
Hoy día, esta marca continúa comercializándose desde la ciudad estadounidense de Miami. Aunque sobre decir que en Cuba tenemos otra Cristal, comercializada por Bucanero S.A.
3. Las marcas que ya no tenemos
No podían dejar de mencionarse las marcas de cerveza cubana que han hecho historia en el país y que, desafortunadamente, hoy no tenemos o poseen ya muy baja calidad. Tal es el caso de la famosa cerveza Hatuey.
Esta marca fue lanzada por Emilio Bacardí en 1927 y llegó a ocupar un 50 por ciento del mercado cervecero del país. Su estrategia de regalar un bloque de hielo cada vez que una persona compraba su marca, la hizo aún más popular. Su eslogan era: “Pida Hatuey. Le darán cerveza. La Gran cerveza de Cuba”.
La cerveza Polar, otra grande de Cuba, entró al mercado incluso antes que la Hatuey: en 1911. Perteneció a la familia Zorrilla, cuyo impacto en la historia cubana se recuerda además por haber co-fundado la compañía Cubana de Aviación y dirigir en algún tiempo el Diario de la Marina. La Polar se promocionaba como “La cerveza del pueblo, y el pueblo nunca se equivoca”.
Sus instalaciones fueron abandonadas después de 1959 y hace siete años aproximadamente fueron cerradas por su estado próximo al derrumbe. cerveza cubana
4. ¡José Martí también habló de la cerveza!
Decía Emilio Bacardí —el empresario cubano recordado por la fundación de la famosa marca de ron que lleva su apellido— que el progreso de Cuba podría medirse por su consumo de cerveza.
No podía ser de otro modo. Para 1958, existían en Cuba cinco fábricas de cerveza que producían 30 millones de litros anuales para una población aproximada de 6 millones de habitantes. ¿Nada despreciable, ¿verdad?
Y si de grandes frases se trata, no podría faltar nuestro Apóstol. Sí, José Martí también escribió sobre la cerveza. Decía el poeta que “la cerveza reúne todas las condiciones estimulantes que hacen deseables las bebidas alcohólicas, y no tiene ninguna de sus condiciones destructoras”.
