
A los 39 años la mayoría de los jugadores de béisbol están retirados o vieron pasar sus mejores momentos en este difícil deporte.
Por muy bueno que fueses, el “Padre Tiempo” alcanza a todos y como ejemplo podemos citar a Albert Pujols y Miguel Cabrera, dos futuros miembros del Salón de la Fama de Cooperstown, quienes a esa edad ya no eran o son los mismos (Cabrera tiene 39 años)
Sin embargo el Lanzador de los Astros de Houston Justin Verlander, rompe esquemas y tras perder una campaña debido a una cirugía Tommy John, ha regresado como se fue, siendo un As del montículo.
En su temporada de regreso Verlander domina las Mayores en victorias con 15 y Promedio de Carreras Limpias (PCL) con un increíble 1,73.
Su WHIP es minúsculo .0.854, lo que indica que se le embasa menos de un corredor por entradas y 16 de sus 20 Aperturas, son Salidas de Calidad.
Es cierto, no poncha tanto como antes, pero aún así sus cifras son respetables, 8,9 K por cada 9 capítulos.
Tras quedar como Agente Libre, Verlander volvió a firmar con los Astros a razón de 25 millones la temporada, con una opción de segundo año si llegaba a lanzar 130 innings.
A esa cifra llegó el jueves último al trabajar durante 6 entradas y no permitir anotación a los ahora Guardianes de Cleveland.
De esa manera activó automáticamente su contrato de 25 millones la próxima zafra.
Verlander debutó en 2005 con los Tigres de Detroit y desde entonces acumula 241 victorias, PCL de 3,26 y ha ponchado a 3140 bateadores.
Durante la campaña de 2017 fue canjeado de Detroit a Houston y desde entonces acumula con los “Siderales” 58 éxitos con sólo 18 derrotas, PCL de 2,30, un total de 767 Ks y un impresionante WHIP de .0.839.
Sus cifras generales inexorablemente lo llevarán al Salón de la Fama de Coopertown, pero todavía la última palabra no está dicha, a los 39 años, Verlander está como el buen vino.